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Las Heras

La historia del edificio neogótico de Av. Las Heras 2214:

El concurso

El proyecto del edificio surgió de un concurso convocado en 1907 por la Comisión del edificio de la facultad de derecho en conjunto con el Consejo Superior y el decano de la facultad. Fue un concurso por invitación. Participaron los arquitectos Gire y Molina Civit, Paul Bell Chambers y Louis Newbery Thomas, Arturo Prins y Johannes Kronfuss. De la evaluación de los anteproyectos surgió la decisión de no adoptar ninguno de ellos y solicitar al ingeniero Prins rever su propuesta, de corte más clásico, y adoptar un estilo neogótico. Prins advirtió, ya entonces, sobre los posibles costos y dificultades que podría tener este cambio, pero de todos modos viajó a Europa para embeberse del estilo y volvió para diseñar el proyecto definitivo. En su elaboración, Prins contó con la colaboración de dos arquitectos italianos recién llegados a la Argentina, que luego tendrían brillantes carreras: Francisco Gianotti (Galería Güemes y Confitería el Molino) y Mario Palanti (Pasaje Barolo, Hotel Castelar).

El ingeniero

El ingeniero Arturo Prins (1877-1939), graduado de la Facultad de Ciencias Exactas Físicas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, estudió arquitectura en Francia e Italia (para dar forma definitiva al proyecto encargado en Bs. As.), fue profesor de Teoría de la Arquitectura y desempeñó distintos cargos a nivel nacional y provincial. Ganador de varios concursos, fue el autor del plan general de la Exposición Industrial del Centenario y de la reglamentación de construcciones de fachadas de la Diagonal Norte. Realizó numerosas obras en asociación con el arquitecto Oskar Razenhofer, particularmente residencias y edificios de renta.

El proyecto

El proyecto definitivo del edificio preveía ocupar toda la manzana comprendida por la avenida Las Heras y las calles Cantilo, Pacheco de Melo y Azcuénaga. La volumetría general se estructuraba en un subsuelo, planta baja avanzada formando una terraza alrededor de todo el edificio y tres pisos con patios jardines internos. Se coronaba con una torre central de más de 100 m de altura y dos torres laterales de 50 m. Contaba con tres accesos, el principal, sobre la Avenida Las Heras, y otros dos sobre los frentes laterales. En el interior, el proyecto original contemplaba organizar los espacios a partir de un gran hall de honor y una escalera monumental que comunicaba con todos los pisos del edificio.

Desde el punto de vista estilístico, la opción neogótica se tradujo solamente en los aspectos formales y principalmente decorativos. Las cuestiones estructurales fueron resueltas a través de un sistema constructivo distinto. El sistema gótico es estático, compuesto de arcos ojivales, bóvedas de arista, contrafuertes y arbotantes. El sistema moderno utiliza estructuras mixtas de mampostería de ladrillos, grandes elementos metálicos y componentes de hormigón armado. Esto hace posible concebir espacios más grandes y, a la vez, de menor acento vertical a los que se agregaba una cáscara neogótica constituida por cielorrasos armados como bóvedas y muros con arquerías (todos los exteriores), pináculos, arbotantes y gárgolas.

En realidad, el proyecto definitivo es un buen exponente de un neogótico de la "Belle Epoque", donde predominaba la grandiosidad y la opulencia espacial y decorativa con una desnaturalización del rigor constructivo y estructural del sistema gótico tradicional europeo. Llaman la atención las generosas superficies de los espacios comunes y la idea de “diseño total” que se observa en el mobiliario en sintonía con el estilo del edificio, las ebanisterías de las puertas interiores, los cielorrasos y más de 300 vitrales exteriores, herrajes, motivos ornamentales e iconografías.

La construcción

La construcción del edificio se inició en 1912, pero debió interrumpirse tras el estallido de la 1ra Guerra Mundial por el alza de costos en los materiales de construcción, como el acero. Se retomó en 1922 y se realizó una inauguración parcial en 1925. Las obras continuaron lentamente hasta 1938, fecha en que se decidió suspender definitivamente la construcción frente a los altos costos y las nuevas necesidades académicas. Al año siguiente se aprobó la construcción de una nueva sede para la Facultad de Derecho, sobre la Avenida Figueroa Alcorta. De este modo, el edificio de Av. Las Heras quedó inconcluso y comenzaron a circular distintos mitos. En 1948 fue cedido a la Facultad de Ingeniería.

Prins falleció en 1939 en una clínica porteña a causa de una enfermedad pulmonar, muy lejos de un supuesto suicidio. Más aún, nunca llegó a cobrar la totalidad de los honorarios de la obra, en la que estuvo involucrado durante 30 años. Los hijos realizaron un juicio y pudieron cobrar lo adeudado a su padre recién en 1962, cincuenta años después de iniciada la construcción. Según una anécdota, con lo que cobraron se pagaron un almuerzo.

La restauración

En 2012 se realizó y ejecutó un proyecto integral de intervención en las fachadas de Av. Las Heras, Cantilo, Azcuenaga y Pacheco de Melo y patios interiores de aire y luz. La ejecución de la obra la realizó la empresa Restauro (CABA) con la Dirección de Obra de la Subsecretaría de Obras y Mantenimiento de esta facultad. Se realizó un relevamiento integral gráfico y fotográfico de las patologías (revoques, flora invasiva, hierros expuestos, morteros disgregados, etc.) y se analizó científicamente la materialidad de los componentes (ladrillos, morteros, hierros, sistemas constructivos, técnicas de construcción, etc.). También se llevó adelante una investigación histórica de los antecedentes y los diseños originales para tener un “norte” con estos tres análisis.

El trabajo tuvo el desafío de restaurar un edificio que nunca se terminó. En este sentido, se decidió no completar los revoques ni las partes inconclusas por considerar que “lo no construido no se inventa”, que el estado real es el actual y que en la memoria del barrio la arquitectura del “templo” es de ladrillos. De este modo, el edificio posee otra capa de complejidad en el patrimonio urbano. Actualmente, se están desarrollando proyectos de restauración de todos los vitrales exteriores, ordenamiento e inventariado de piezas de museo y mobiliario original.

El edificio hoy

Hoy, el edificio es una de las tres sedes de la Facultad de Ingeniería de la UBA. En ella se cursan cuatro de las 12 carreras de la Facultad: Ingeniería Civil, Ingeniería Industrial, Ingeniería en Agrimensura e Ingeniería en Petróleo y también el Ciclo Básico Común de todas las carreras de ingeniería. A la vez, funcionan distintos institutos, departamentos y laboratorios. El edificio también es sede del Museo de Ciencia y Técnica, que pertenece a la Red de Museos de la UBA.

El edificio cuenta con Protección Estructural de la Ciudad de Buenos Aires, que se otorga a aquellos edificios de carácter singular y tipológico, que por su valor histórico, arquitectónico, urbanístico o simbólico caracterizan su entorno, califican un espacio urbano o son testimonio de la memoria de la comunidad (Ley de Promoción Especial de Protección Patrimonial N° 3056/2007).

Carreras
En esta sede se cursan las asignaturas del Ciclo Superior de las siguientes carreras:

Contacto
Av. Las Heras 2214 - C1127AAR - Buenos Aires - Argentina
Tel.: (54-11) 528 - 50226