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Conferencia del Dr. Facundo Manes

3 de diciembre de 2015, 18.00
Con la asistencia de más de 150 personas, el pasado jueves 26 de noviembre, en el Salón "Ing. Humberto Ciancaglini" de la sede de Av. Paseo Colón 850, se llevó a cabo la conferencia sobre "El rol de la investigación científico-tecnológica en el desarrollo del país"...

Con la asistencia de más de 150 personas, el pasado jueves 26 de noviembre, en el Salón "Ing. Humberto Ciancaglini" de la sede de Av. Paseo Colón 850, se llevó a cabo la conferencia sobre "El rol de la investigación científico-tecnológica en el desarrollo del país", a cargo del Dr. Facundo Manes, destacado neurólogo y neurocientífico argentino y rector de la Universidad Favarolo, entre otros cargos.

La presentación de la charla contó con las palabras del Sr. Decano de la FIUBA Prof. Ing. Horacio Salgado, quien señaló que "es un gusto tener un auditorio tan nutrido y es un placer muy grande para mí como autoridad de la Facultad de Ingeniería de la UBA poder presentar a una brillante persona y profesional como es el Dr. Facundo Manes, que seguramente nos deleitará con sus capacidades y sabiduría en torno al rol de los científicos en lo que hace al desarrollo de nuestro país". 

Durante la conferencia, el Dr. Manes explicó cómo el proceso de toma de decisiones de los seres humanos se ve influido por las emociones."Nosotros vivimos en piloto automático y sólo a veces somos racionales, pues la racionalidad es un esfuerzo. No podríamos vivir siendo racionales porque para tomar decisiones deliberadas, lógicas, conscientes, necesitamos siempre dos requisitos que no tenemos: evaluar el porcentaje de riesgo y de beneficio de cada opción y tener recursos cognitivos, que son limitados", dijo.

Y agregó: "Hay ciertas emociones básicas que nos ligan con nuestro pasado evolutivo, es decir, con otras especies, como la ira, la tristeza, el asco, el miedo, la alegría. Y hay otras emociones secundarias que dependen de la cultura, que nos diferencian, que son más complejas, tales como la vergüenza o el orgullo. La mayor parte del tiempo, el proceso de decisiones humanas no es lógico, no llega a la conciencia, sino que está influido por la emoción actual", destacó el rector de la Universidad Favarolo y presidente de la Fundación INECO.

Para Manes los procesos cognitivos, ya sea de ingenieros o artistas, son producto de "una evolución de cientos de miles de años, en los cuales hubo saltos evolutivos, como la gestación de la memoria o del lenguaje. Por eso es importante tener en cuenta cómo decidimos y qué sabe la ciencia de cómo lo hacemos. Desde tiempos remotos nuestra especie se ha preparado para sobrevivir, por eso somos bastante automáticos. Para muchos investigadores, lo que nos hizo humanos es la compleja interacción social, que desvió nuestra evolución hacia el cerebro". 

Manes remarcó la importancia de que exista un ecosistema incentivador en lo que hace a la promoción del desarrollo de la ciencia. "No sabemos bien cómo emergen las ideas creativas pero sí sabemos cuál es el contexto que predispone la creatividad. Un primer paso es la preparación, que puede requerir mucho tiempo y experiencia. Luego, hay un período de incubación, esto es, pensar obsesivamente un problema. Cuando uno se apasiona en algo entra en un estado de favorecimiento del momento eureka. Además, para crear, inclusive en el caso de los ingenieros, hay que estar un poco loco y hay que estar preparado también para equivocarse. Finalmente, el contexto creativo es clave. Es necesario generar un ambiente que promueva el desarrollo de ideas, ya sea en la universidad, el laboratorio o el país", señaló el creador del Instituto de Neurología Cognitiva. 

Por último, el rector de la Universidad Favarolo hizo mención al impacto del conocimiento en el desarrollo social. "Los países ricos y pobres hoy se diferencian por sus niveles de educación, ciencia y tecnología, por su capacidad de generar valor agregado. En la Argentina tenemos que aprovechar lo hecho hasta ahora para trabajar todos nosotros en una sociedad de conocimiento. Pero eso también significa trabajar duramente contra la pobreza, que afecta al cerebro y produce un impuesto cognitivo. Alguien que carece de recursos no puede pensar más que qué va a comer a la noche. Necesitamos que nuestros hermanos tengan un contexto que les permita salir de la pobreza, que sea un estímulo", señaló el Dr. Manes, para quien es fundamental que los intelectuales y universitarios de nuestro país sigan exigiendo una educación pública, inclusiva y de calidad para "aspirar a que la sociedad argentina reclame al conocimiento como política de Estado".